Nancy

Cuando llegue a mi nueva casita me sentía bastante sola, no es nada sencillo llegar a un lugar y comenzar de cero en todo. Poco a poco fui conociendo personas, y me llamaba mucho la atención el hecho de que a una señora de la escuela de mi Dani a todo mundo le cayera mal. Decían que tenía una vocesota muy mandona y que se daba aires de "yo me las puedo todas". Al principio si me dió esa impresión pero conforme la fui tratando comenzó a caerme bien y comenzamos a ir juntas al super, me invitaba a desayunar, nos veíamos a la salida de la escuela de los niños, y a pesar de que en ocasiones no congeniabamos mucho sentía que ya no estaba tan sola, que tenía con quien contar de verdad.

Un día que Dani y sus hijos jugaban en sus bicicletas, Dani se dio un santo porrazo, cayó de puros dientes, de inmediato me fueron a avisar y la tuve que llevar a la cruz roja. Nancy (así se llama mi amiga) me llevo y no se despego de mi mientras le limpiaban las heridas a mi Danielita. Ese día me di cuenta que si puedes tener amigos nuevos y estimarlos de verdad.

Sus carcajadas y sus ocurrencias me revolcaban de risa, le gustaba hacer nuevos amigos todo el tiempo y no había con quien no se quedara a platicar, yo le decía que ya casi quería hablarle a los perros y que quería que hasta las piedras le respondieran. Todo marchaba bastante bien hasta que llego el 14 de febrero. Ella y yo organizamos un desayuno para nosotras y otras mamás con las que ella se llevaba bien. Por varios comentarios y situaciones me hicieron sentir incomoda, ya que yo era la menor de ellas, y como que me menospreciaban por mi edad. A pesar de eso continuamos viéndonos, pero la verdad ya no fue lo mismo. Ella comenzó a ver a sus amigas frecuentemente y me senti desplazada. Deje de verla en vacaciones de semana santa y lo raro es que veía su casa abandonada y con las ventanas abiertas. Al regreso de las vacaciones dieron el aviso de la suspensión de clases por la influenza humana. Al ver que su casa seguía vacía pregunte por ella con una de sus vecinas y me platico que Nancy estaba enferma de influenza, que se habían contagiado ella y sus hijos y por eso habian dejado la casa. Solo desee que ella y sus hijos se mejoraran pronto, y estaba confiadisima en que iba a regresar y le iba a contar a toda la colonia lo que había sido pasar por esa enfermedad, pero eso no sucedió. Cuando termino la contingencia y no regreso se me hizo muy raro, pues me parecía que ya era mucho tiempo. Le llame a su celular y me contestó su hijo:

M. Hola Ale!

Ale.Hola Manolito! Solo llamo para saber como sigue tu mami..

M. (silencio) papá ten

M. Buenas tardes

Ale. Que tal, solo llamo para saber como sigue Nancy..

M Desafortunadamente mi esposa ya falleció, ya la habian dado de alta pero tuvo una recaída.

Ale. Disculpeme, no sé qué decirle, sólo que lo siento mucho.

Que valioso es poder platicar y decir lo que sientes, nunca imagine lo difícil que es quedarse guardado algo que deseas decir y que no lo haces solo por ego, por no reconocer que hay cosas que te hieren pero que te gustaría solucionar.

Nancy: Donde quiera que estés, solo quiero que sepas lo mucho que te aprecio y que te llevo en mi corazón.