miércoles, 28 de febrero de 2007

LA ULTIMA DE JULIO

Con 21 años no sabía el rumbo que tomaría mi vida, ni siquiera imaginaba la responsabilidad que era tener un bebé, había escuchado que no era algo sencillo, y de lo difícil que es criar a un hijo, todo mundo hablaba sobre las desveladas, las preocupaciones, del dolor que se experimenta cuando se enferman o se caen, me lo imaginaba, pero en realidad no sabía absolutamente nada de eso. Del parto llegué a escuchar muchas leyendas urbanas (jua jua) pero nada de eso verdaderamente lo comprendí hasta que lo viví.

Hubo un Ángel que me ayudó para que tuviera en donde aliviarme, eso fue esa persona en mi vida, un Ángel que me obsequió la tranquilidad de tener un lugar seguro en donde naciera mi bebé. Con lo poco que llegué a ahorrar le compré su ropita y hasta me alcanzó (con la ayuda de mi familia) para hacer un baby shower, de verdad que nunca terminaré de agradecer los regalos que me dieron; ese mismo día, en pleno concurso de a ver quien le atina a la medida de la panza me dieron los dolores y a las dos horas mi gordita ya estaba dando sus primeros llantos.

Como lo imaginarán me toco trabajar y desvelarme mucho, nada de eso importó, porque por primera vez en mi vida había alguien que me necesitaba, que no me lo decía pero me amaba mucho, la satisfacción que da el tener un hijo es inigualable, todo su cariño fue solo para mi. Trabajé de todo, desde en una pastelería hasta lavando ropa, todo por no dejarla mucho tiempo, poco tiempo después encontré trabajo de medio tiempo, entraba muy temprano, pero salía a las 3 de la tarde, ahora si de algo mas descansado, de capturista de datos, ahí conocí a mi Eric. La vida te da muchos regalos, y uno de ellos fue que todo el amor de mi hija es solo para mi, comparto un poco, pero en esta vida somos solo ella y yo, así como tuve que trabajar al doble para sacarla adelante también las alegrías son al doble, valoré cosas que siempre tuve pero que jamás vi, y comencé la batalla para librarme de todas esas malas experiencias transformándolas en filosofía de vida, mi corazón se limpió de rencores, así aprendí a ser feliz, fue la experiencia mas grande de mi vida, en donde comprobé que la única persona que puede ayudarme soy yo misma, que no importa cuan difícil sea algo, siempre tendrá un porque.

Las primeras en buscarme cuando nació Daniela fueron las primas hermanas de Julio, me dijeron que no estaban de acuerdo de sus acciones y que se desmarcaban de el; poco a poco todos los miembros de su familia fueron haciendo lo mismo, desde su hermana, primos, sobrinos y tíos (obviamente todos menos el y sus papás), todos han asistido a sus fiestas de cumpleaños y eventos importantes, y es verdad que entre menos esperas de los demás lo que llega te parece mucho, yo jamás he pedido ni esperado nada y con lo que le han dado a mi hija la han llenado de alegría pero sobre todo de afecto.

Julio reapareció en mi vida hace algunos meses, no tenía ni en donde meter la cara, me pidió perdón, pero el perdón no borra todo lo que hemos tenido que pasar, así que le dije que si en verdad quería enmendar todo lo malo que hizo, comenzara por hacerse responsable de su hija y que solo si demostraba que realmente esta comprometido, yo le diría a Dani que el es su papá, no por otra cosa si no porque no pienso permitirle que la vuelva a abandonar y que la lastime; en cuanto a mi todo eso ya esta en el pasado y en el presente es el antecedente de Julio, no puedo confiar fácilmente en el. Platicamos por largo tiempo y me contó que estuvo a punto de casarse con su colega doctora de quien ya les había platicado, pero que ella terminó engañándolo y el la cachó. Solo el sabe la verdad pero yo se muy bien que todo en esta vida se paga de algún modo.

Que fácil hubiera sido llenarme de odio, tal vez con toda razón, por todo ese trago tan amargo, pero mi voluntad fue mas que eso, fue algo tan fuerte que hizo de mi la mujer mas feliz de este mundo.

No solo fue lo de Julio, si no la historia que venía arrastrando desde años atrás; tuve que dejar la escuela porque siempre he tenido que trabajar, pero ahora comienza a escribirse una nueva historia, aprendí que si la vida te da limones aprende a hacer limonada.

jueves, 15 de febrero de 2007

JULIO II

Cuando hablamos con mi mamá para informarle que estaba embarazada y que nos casaríamos muy pronto, Julio le dijo que quien asistiría a la boda sería su hermana mayor, ya que si les avisaba a sus papás, ellos se opondrían terminantemente y que sería mejor no tener problemas por ello, se empezó a llevar su ropa poco a poco a mi casa, ya tenía bastantes cosas ¡ah! y una bicicleta. Me molestó el hecho de que no enfrentara la situación, que no fuera lo suficiente responsable para hablar con sus papás y que tratara de darle a su nueva familia (el bebé y yo) poco respeto al tratarnos como si fuéramos un secreto que nadie debía saber, además de actuar con muy poca responsabilidad al querer salirse sin avisar de su casa, como si fuera un prófugo, todas esas razones me hicieron decidir que no quería una persona así a mi lado y así fue. Quería que mi bebé tuviera a su papá aunque no fuéramos pareja, pero con todas sus acciones el mismo renunció a ese derecho y deber.

Pasaron algunos días, ya me había dado cuenta que no era una pelea más, ya era definitiva la ruptura y debía hablarlo con mi familia. No sabía como empezar, me sentía un tanto angustiada pero a la vez tranquila, era una sensación extraña, el embarazo me hacía sentir otra persona, más madura, más decidida y sabía que así debía afrontar la situación. Hablé con mi familia, les informe de mi decisión y que así como veía las cosas Julio no regresaría, para mi sorpresa todo mundo me apoyó; a pesar de haberme quedado sin empleo poco tiempo antes y de no tener ni un solo centavo en la bolsa, me sentía tranquila y fuerte.

Pasó un mes y Julio fue a buscarme, apenas lo había recibido cuando se escuchó el claxon de un coche en frente de mi casa, el se asomó al barandal, reconoció el coche y sin decirme ni media palabra salió, se encendió el motor del coche y ya no regresó. Poco después me llamó por teléfono pero ya no quise contestarle, me parecía una actitud demasiado cínica, yo quería hablar con el pero de frente.

El embarazó se me notó hasta los cinco meses, estaba súper flaca apenas y se me veía. Un buen día una amiga fue a visitarme y me dijo que estaban dando becas del gobierno afuera de la iglesia, eran para estudiar en un Centro de Capacitación para el Trabajo, en un muy buen horario, te pagarían lo que sería la colegiatura, el material y los cuadernos, además de darte una ayuda económica. Fui, llené la solicitud, deje mi documentación pero nunca me llamaron. La razón?? Que cuando me entrevistaron dije que estaba embarazada. Me desanimé un poco, pero mi amiga me dijo: Empieza el lunes, ve, ellos ya tienen tus documentos y si no te dicen nada, pues ya la hicimos. Con todos los nervios del mundo me presenté a la escuela, y nadie se dio cuenta, ni siquiera que estaba embarazada, hablé con la maestra y le explique mi situación, y me dijo ¡¡¡ que no había ningún problema!!! Me sentí súper feliz, el curso era de Secretariado con Computación y duraría aprox. unos 3 meses.

Todo el tiempo traté de asumir una actitud madura y fuerte, pensaba que lo mejor era seguir adelante, que lo que mas deseaba era vivir tranquila y darle esa tranquilidad a mi bebé. Sin darme cuenta reprimí muchos sentimientos y con el tiempo hicieron estragos en mi salud, comencé con suaves contracciones, pero además de eso con una depresión muy fuerte que un día me hizo ya no desear ni levantarme de la cama, llore mucho, no por el gusano ese, si no por mi bebé, por mi condición económica, no tenía dinero ni para el parto, ni nada con que recibirlo, me dolió mucho pensar cuanto puede cambiar la vida en un solo instante, y sobre todo que fui muy irresponsable al no cuidarme de un embarazo y que finalmente no quería que mi bebé pagara los platos rotos. Después de desahogarme me di cuenta que era el momento de levantarse, de luchar y trabajar mucho. Continué yendo a la escuela y sacando muy buenas calificaciones.

Un día que regresaba de la escuela sonó el teléfono, era una amiga para darme “las buenas nuevas”: De qué crees que me enteré, que Julio se fue con una chica a hacer su internado, están viviendo juntos. La noticia me cayó como bomba, me sentí muy mal, aunque traté de hacer tripas corazón, todo sonaba lógico, sus visitas comenzaron a hacerse espaciadas, pero lo mas evidente era eso, que desde antes ya andaba con otra.

Cuando éramos novios, yo me daba cuenta que tenía una amiga que lo buscaba mucho, le llamaba muy seguido, y también lo visitaba a menudo, no me disgustaba, yo la conocía y me caía muy bien, además ella sabía de nuestro noviazgo y a parte …. Y a parte la veía TAN insignificante, que jamás me imaginé que en mis narices, me ponían el cuerno.

Todavía recuerdo que en el tiempo que estuvimos separados un 15 de septiembre llegué de trabajar y la encontré muy sentada en el comedor de mi casa junto con la hermana de Julio, entré, las saludé y me dijeron que iban pasando por ahí y se detuvieron al ver que había fiesta en mi casa; me imagino que fueron a cerciorarse de que Julio no estuviera conmigo.

Ella estudiaba en la misma escuela que el, de muy buena familia; había veces que al regresar de una fiesta la pasábamos a dejar a su casa, hasta nos invitaba a pasar y nos ofrecía algo de beber. Nunca, nunca me imaginé que fuera tan vil como para hacerme lo que me hizo. Cuando estalló la bomba en su casa y se enteraron de mi estado, ella no tuvo ningún empacho en apoyarlo y seguir con su relación.

miércoles, 14 de febrero de 2007

MENSAJITOS

Ayer nos acostamos ya tarde porque mi mamá nos invitó a cenar, eran las diez y media, ya me estaba quedando bien dormidota, mas bien ya me había dormido pero entre sueños alcancé a escuchar una musiquita y Erik (todo adormilado) me dice: Ale está sonando tu celular, y yo: mmmm qué?, que está sonando tu celular, ya mas dormida que nada me levanté y busque mi cel, pero no reconocía el tono, y dije “no es el mío el que suena, es el tuyo”, era un mensaje de una tal Graciela, que decía “hola, estuve esperando tu llamada, le tuve que poner crédito a mi teléfono para mandarte el mensaje, marcame porfa, urge” y que se me erizan los cabellos, bueno el sueño se me fue en un dos por tres, con voz muy fuerte le dije: ¡¡¡¿oye que onda con esta vieja por que te manda mensajitos para que le llames?!!!

La semana pasada le mandó un mensaje similar, solo que en ese decía que le mandó crédito para que le pudiera marcar, esa vez solo le pregunte el porque del mensaje y el me dijo que era una clienta y que le había dejado un catálogo de perfumes para venderle. Bueno total, dije OK, pero ayer a las 11 de la noche?? Como para que??? Ósea cual era la emergencia??? Estaba apestosa y necesitaba un perfume muy urgente o que??? Bueno me transforme en Gotzila-le pregunté a Erik-que necesita, porqué te tiene que mandar mensajes- y el me dijo- no sé, no te enojes, si quieres le marco para ver que quiere- y yo- pues márcale, pero pon el altavoz- ya le estaba marcando y no le puso el altavoz el muy rejijo, me pegué al teléfono y estaba escuchando:

Ella: Hola como estas,
Eric: Bien y tu, que pasó?
Ella: Estás dormido
Erik: No
Ella: Si, estás dormido
Erik: Cómo te voy a hablar si estoy dormido??
Ella: ooooosssshhh (como tonta)
Erik: Que pasó
Ella: Ya es muy tarde?? Que no te sorprenda si un día te llamo mas tarde
( y que le meto un pellizco del tamaño del mundo)
Erik: Que necesitas, osea no tengo 1,000 de crédito eh
Ella: Oye...no ya nada
Erik: Ya no te llamé porque no tuve tiempo, pero dime, que vas a necesitar
Ella: Ahhh, bueno, esperame tantito deja veo cuales son
Ella: Bueno (fue a buscar su megalista)
Erik: Si
Ella: Es el Hugo Booss (no se que) y el DKNY
(por dos mugres perfumes, wow que superventa)
Erik: Bueno deja checo cuando te los puedo llevar
Ella: ok Oye... ¡Descansa!
( y a mi ya me salía humo hasta por la nariz)
Erik: Bueno pues nos vemos
Ella: Si, descansaaa!!
(que lo pellizco otra vez)

Colgó y yo -qué te pasa??? No te pases de pen… conmigo!!! A mi no me vas hacer tus ching… - el me dijo- mira no me costaría ningún trabajo hacerlo, si quisiera lo haría pero no es eso- y yo- me vale m… lo que hagas porque antes de eso te largas de aquí!! ¿¿¿porqué das pie a que te hablen a estas horas, y para tonterías??? (no fuera yo porque ya me estaría estrangulando) No me parece correcto tu comportamiento, ni apropiado que ella sabiendo que eres casado no tenga ninguna pena en mandarte mensajes a media noche,- y el- pues yo no se porque me llame- y yo- hazte el loco, pero una cosa si te digo a mi no me haces esas chingaderas!!! Le arrebaté el telefono y le marque a la susodicha, dos veces y no me contestaba, a la tercera- Bueno- y yo- quien habla- (silencio) Graciela-yo- Habla la esposa de Erik y te voy a pedir un favor, para hablar de negocios no es necesario que le hables tan tarde, no es apropiado, OK???- y ella- si esta bien- y colgué, tenía un coraje que bueno.

No me parece bien que le estén llamando “chamaquitas” para tratar de hacerle plática a las 11 de la noche, ¿¿si no para que le llamó?? Fue mas que obvio que no eran los perfumes, a parte a cada momento se escuchaba que le quería hacer la platica, le repetí mil veces que eso no esta bien, siempre siempre siempre, cuando voy a llamar a alguien procuro que sea en horas adecuadas, eso en primer lugar, y en segunda si necesito algo urgente y no me queda de otra mas que mandar un mensaje, especifico en el lo que se requiere, a ver, si era para dos mugrosos perfumes ¡¡¡¡¿¿¿ porque no lo puso en el mensaje y listo???!!! Esa noche dormí muy poco por estar hablando con el, el muy tranquilo me explicaba que nada que ver, y yo así – espero que sea la última vez que te llaman tarde y que tu lo permites; además, en tercera, a una persona que es “casada” lo piensas mil veces mas para hacerle llamadas a deshoras y mucho más para mandar mensajitos, tipo “me quedé esperando tu llamada” (((que le pasa a esta tipa))) y más que le pasa a Erik, de verdad que no se que pensar, ustedes que creen??

P.D. Lo pensé mil veces para postear esto, pero no se lo he dicho a nadie, no quiero involucrar a nadie que con el tiempo intervenga negativamente, ya estoy mas tranquila y de verdad que si estoy un poquito confundida.

jueves, 1 de febrero de 2007

JULIO

Cuando me lo presentaron no pasaba de ser un chico con un acento francés muy chistoso, cuando estaba con amigos imitaba su singular hablar, con el tiempo formamos un grupito de chavos y chavas incluyéndolo a el, íbamos y veníamos por toda la colonia, salíamos a fiestas, antros y tocadas, fue una época bonita de mucho compañerismo y salidas.
Julio se hizo “novio” de Luissiana, una chica de cabello rizado y brilloso, aunque era muy notoria la distancia (emocional) que había entre ambos, pocas veces los vimos juntos y nadie por su propia cuenta afirmaría que en ellos dos había una pareja; como era de suponerse el comenzó a interesarse por otra chica, la visitaba frecuentemente, como todo un caballero tocaba a la puerta de su casa, saludando amablemente preguntaba por ella, lo recibían bien en aquella casa (como no si era estudiante de medicina en una muy “prestigiada” universidad y tenía un prominente futuro), se desvivía en atenciones con aquella damisela, siempre al pendiente de ella en todo sentido, el primer regalo que le dio fue un hermoso libro, de esos de superación personal que te ayudan a verle un mejor panorama a esta vida, las visitas diarias continuaron, hasta que se olvidó de Luissiana que para entonces ya llamaba traidora a aquella que le había quitado la atención de aquel cotizado muchachito. Llegó el día en que muy formalmente le pidió a la damisela que le había robado el corazón que fueran novios; el para ella no representaba mas que la aceptación de su familia, era el chico que le convenía, que la trataba bien y era un muy buen amigo, paciente y comprensivo, amable y cariñoso …. Pero a parte de eso un buen partido, alguien que parecería le daría lo que ella nunca tuvo: AMOR y estabilidad. Mas por convicción que por amor aceptó ser su novia, ella jamás podrá negar que disfrutaba su companía, pero aun había algo que en su corazón no cuadraba, eso era que no estaba enamorada. En un momento de valentía se atrevió a encarar sus sentimientos y los reconoció ante el, le dijo la verdad… que no lo amaba. El en vez de comprenderlo y retirarse, comenzó a chantajearla, la buscaba llorando e iba a su casa en horas que sabía ella no estaba, lo recibían con nostalgia, como era posible que esa malagradecida chamaca lo dejara siendo el tan bueno; el se iba antes de que ella regresara, ya estando la damisela en casa era blanco de muchos reproches y acusaciones, “porque dejó a ese tan noble muchacho, si ella ni siquiera lo merecía, pero el aun así la amaba”, hasta le corrieron a un incauto que trató de cortejarla. Ella no pudo con esa loza de culpabilidad en el alma, por lo que hizo lo que era correcto, hacer caso a toda su familia, incluida la abuela, tíos, tías y primos: regresar con el encantador caballero. Bien sabía que nunca hacía nada bien y que lo mejor para ella era estar con un hombre que la hiciera feliz, aunque en ese momento no lo amaba estaba segura que algún día llegaría a hacerlo, así que cerró los ojos y le dio la mano al destino. En navidad llego al hospital en donde trabajaba Julio, el estaba de guardia, la vio y se le iluminó el rostro, solo corrió a abrazarla y ella le dijo que lo había extrañado, así iniciaron nuevamente su noviazgo. Cuando ya tenían dos años de novios quedó embarazada, a el no se le vía muy buen temple, ¿y ahora que iba a hacer? Sus padres siempre le dieron lo mejor, como les iba a explicar que ya había salido con su chistecito, además ya le tenían elegida a una chica de su misma profesión y de muy buena condición social para una relación formal. Alejandra ya tenía presentimientos, de esos que nadie ve pero las mujeres bien nos damos cuenta, “este ya anda de cabrón”. No veía ni pa’tras ni pa delante, así que decidida habló con Julio y le dijo lo feliz que se sentía por ese bebé, que estaba muy segura de lo que quería y que lo mejor sería no estar juntos, el no lo tomó muy bien y le reprochó esa falta de interés para con el, ella simplemente dijo la verdad, que no estaba convencida de querer casarse y que si las cosas seguían así, era mejor separarse, pues don Julio solo se hizo el digno, y simple y sencillamente la abandonó a su suerte con tres meses de embarazo y con los planes de una boda que jamás se efectuó…