LA ULTIMA DE JULIO
Con 21 años no sabía el rumbo que tomaría mi vida, ni siquiera imaginaba la responsabilidad que era tener un bebé, había escuchado que no era algo sencillo, y de lo difícil que es criar a un hijo, todo mundo hablaba sobre las desveladas, las preocupaciones, del dolor que se experimenta cuando se enferman o se caen, me lo imaginaba, pero en realidad no sabía absolutamente nada de eso. Del parto llegué a escuchar muchas leyendas urbanas (jua jua) pero nada de eso verdaderamente lo comprendí hasta que lo viví.
Hubo un Ángel que me ayudó para que tuviera en donde aliviarme, eso fue esa persona en mi vida, un Ángel que me obsequió la tranquilidad de tener un lugar seguro en donde naciera mi bebé. Con lo poco que llegué a ahorrar le compré su ropita y hasta me alcanzó (con la ayuda de mi familia) para hacer un baby shower, de verdad que nunca terminaré de agradecer los regalos que me dieron; ese mismo día, en pleno concurso de a ver quien le atina a la medida de la panza me dieron los dolores y a las dos horas mi gordita ya estaba dando sus primeros llantos.
Como lo imaginarán me toco trabajar y desvelarme mucho, nada de eso importó, porque por primera vez en mi vida había alguien que me necesitaba, que no me lo decía pero me amaba mucho, la satisfacción que da el tener un hijo es inigualable, todo su cariño fue solo para mi. Trabajé de todo, desde en una pastelería hasta lavando ropa, todo por no dejarla mucho tiempo, poco tiempo después encontré trabajo de medio tiempo, entraba muy temprano, pero salía a las 3 de la tarde, ahora si de algo mas descansado, de capturista de datos, ahí conocí a mi Eric. La vida te da muchos regalos, y uno de ellos fue que todo el amor de mi hija es solo para mi, comparto un poco, pero en esta vida somos solo ella y yo, así como tuve que trabajar al doble para sacarla adelante también las alegrías son al doble, valoré cosas que siempre tuve pero que jamás vi, y comencé la batalla para librarme de todas esas malas experiencias transformándolas en filosofía de vida, mi corazón se limpió de rencores, así aprendí a ser feliz, fue la experiencia mas grande de mi vida, en donde comprobé que la única persona que puede ayudarme soy yo misma, que no importa cuan difícil sea algo, siempre tendrá un porque.
Las primeras en buscarme cuando nació Daniela fueron las primas hermanas de Julio, me dijeron que no estaban de acuerdo de sus acciones y que se desmarcaban de el; poco a poco todos los miembros de su familia fueron haciendo lo mismo, desde su hermana, primos, sobrinos y tíos (obviamente todos menos el y sus papás), todos han asistido a sus fiestas de cumpleaños y eventos importantes, y es verdad que entre menos esperas de los demás lo que llega te parece mucho, yo jamás he pedido ni esperado nada y con lo que le han dado a mi hija la han llenado de alegría pero sobre todo de afecto.
Julio reapareció en mi vida hace algunos meses, no tenía ni en donde meter la cara, me pidió perdón, pero el perdón no borra todo lo que hemos tenido que pasar, así que le dije que si en verdad quería enmendar todo lo malo que hizo, comenzara por hacerse responsable de su hija y que solo si demostraba que realmente esta comprometido, yo le diría a Dani que el es su papá, no por otra cosa si no porque no pienso permitirle que la vuelva a abandonar y que la lastime; en cuanto a mi todo eso ya esta en el pasado y en el presente es el antecedente de Julio, no puedo confiar fácilmente en el. Platicamos por largo tiempo y me contó que estuvo a punto de casarse con su colega doctora de quien ya les había platicado, pero que ella terminó engañándolo y el la cachó. Solo el sabe la verdad pero yo se muy bien que todo en esta vida se paga de algún modo.
Que fácil hubiera sido llenarme de odio, tal vez con toda razón, por todo ese trago tan amargo, pero mi voluntad fue mas que eso, fue algo tan fuerte que hizo de mi la mujer mas feliz de este mundo.
No solo fue lo de Julio, si no la historia que venía arrastrando desde años atrás; tuve que dejar la escuela porque siempre he tenido que trabajar, pero ahora comienza a escribirse una nueva historia, aprendí que si la vida te da limones aprende a hacer limonada.
Hubo un Ángel que me ayudó para que tuviera en donde aliviarme, eso fue esa persona en mi vida, un Ángel que me obsequió la tranquilidad de tener un lugar seguro en donde naciera mi bebé. Con lo poco que llegué a ahorrar le compré su ropita y hasta me alcanzó (con la ayuda de mi familia) para hacer un baby shower, de verdad que nunca terminaré de agradecer los regalos que me dieron; ese mismo día, en pleno concurso de a ver quien le atina a la medida de la panza me dieron los dolores y a las dos horas mi gordita ya estaba dando sus primeros llantos.
Como lo imaginarán me toco trabajar y desvelarme mucho, nada de eso importó, porque por primera vez en mi vida había alguien que me necesitaba, que no me lo decía pero me amaba mucho, la satisfacción que da el tener un hijo es inigualable, todo su cariño fue solo para mi. Trabajé de todo, desde en una pastelería hasta lavando ropa, todo por no dejarla mucho tiempo, poco tiempo después encontré trabajo de medio tiempo, entraba muy temprano, pero salía a las 3 de la tarde, ahora si de algo mas descansado, de capturista de datos, ahí conocí a mi Eric. La vida te da muchos regalos, y uno de ellos fue que todo el amor de mi hija es solo para mi, comparto un poco, pero en esta vida somos solo ella y yo, así como tuve que trabajar al doble para sacarla adelante también las alegrías son al doble, valoré cosas que siempre tuve pero que jamás vi, y comencé la batalla para librarme de todas esas malas experiencias transformándolas en filosofía de vida, mi corazón se limpió de rencores, así aprendí a ser feliz, fue la experiencia mas grande de mi vida, en donde comprobé que la única persona que puede ayudarme soy yo misma, que no importa cuan difícil sea algo, siempre tendrá un porque.
Las primeras en buscarme cuando nació Daniela fueron las primas hermanas de Julio, me dijeron que no estaban de acuerdo de sus acciones y que se desmarcaban de el; poco a poco todos los miembros de su familia fueron haciendo lo mismo, desde su hermana, primos, sobrinos y tíos (obviamente todos menos el y sus papás), todos han asistido a sus fiestas de cumpleaños y eventos importantes, y es verdad que entre menos esperas de los demás lo que llega te parece mucho, yo jamás he pedido ni esperado nada y con lo que le han dado a mi hija la han llenado de alegría pero sobre todo de afecto.
Julio reapareció en mi vida hace algunos meses, no tenía ni en donde meter la cara, me pidió perdón, pero el perdón no borra todo lo que hemos tenido que pasar, así que le dije que si en verdad quería enmendar todo lo malo que hizo, comenzara por hacerse responsable de su hija y que solo si demostraba que realmente esta comprometido, yo le diría a Dani que el es su papá, no por otra cosa si no porque no pienso permitirle que la vuelva a abandonar y que la lastime; en cuanto a mi todo eso ya esta en el pasado y en el presente es el antecedente de Julio, no puedo confiar fácilmente en el. Platicamos por largo tiempo y me contó que estuvo a punto de casarse con su colega doctora de quien ya les había platicado, pero que ella terminó engañándolo y el la cachó. Solo el sabe la verdad pero yo se muy bien que todo en esta vida se paga de algún modo.
Que fácil hubiera sido llenarme de odio, tal vez con toda razón, por todo ese trago tan amargo, pero mi voluntad fue mas que eso, fue algo tan fuerte que hizo de mi la mujer mas feliz de este mundo.
No solo fue lo de Julio, si no la historia que venía arrastrando desde años atrás; tuve que dejar la escuela porque siempre he tenido que trabajar, pero ahora comienza a escribirse una nueva historia, aprendí que si la vida te da limones aprende a hacer limonada.